IM OPTICAS nº 19

71 La actividad diaria depende en un 80 % de la visión. Esto se amplifica en el ámbito deportivo, donde se requiere agilidad y respuestas rápidas. Así, la agudeza visual juega un papel importante en el rendimiento deportivo, ya que permite a los atletas realizar movimientos precisos y reaccionar de manera efectiva a los estímulos del entorno. La visión estática y dinámica son esenciales en diferentes disciplinas, desde el fútbol hasta el tenis, donde la capacidad de seguir y anticipar el movimiento de los objetos es clave. El ejercicio físico contribuye a la salud ocular, previniendo enfermedades y mejorando funciones visuales vitales para una óptima coordinación y percepción en el campo de juego. Sin embargo, los problemas visuales afectan la capacidad para reaccionar a tiempo, calcular distancias o percibir detalles en el campo de juego. Optimizando la visión en el deporte La actividad física ofrece numerosos beneficios para la salud ocular, entre los que se incluyen la prevención de enfermedades relacionadas con la edad, como la degeneración macular y el glaucoma. La actividad física mejora la circulación sanguínea en los ojos, lo que favorece la oxigenación de los tejidos oculares. La práctica regular de deportes puede reducir el riesgo de desarrollar problemas oculares graves y ayudar a controlar patologías como la retinopatía diabética. Actividades como el tiro con arco o el golf, que requieren puntería y coordinación visual, son especialmente recomendables para ejercitar los músculos oculares y mejorar la visión. El ejercicio físico previene enfermedades oculares y mejora la salud ocular en deportistas LA AGUDEZA VISUAL Y LA CAPACIDAD DE COORDINAR LOS MOVIMIENTOS DEPENDEN EN GRAN MEDIDA DE LA VISTA, ESPECIALMENTE EN EL ÁMBITO DEPORTIVO. YA SEA PARA SEGUIR UNA PELOTA EN MOVIMIENTO, CALCULAR DISTANCIAS O EVITAR OBSTÁCULOS, TENER UNA VISIÓN ÓPTIMA ES UN FACTOR DECISIVO PARA LOS DEPORTISTAS.

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