24 Importancia de la higiene visual y la ergonomía Joan Gispets aconseja ciertos buenos hábitos para mejorar la ergonomía y la higiene visual a la hora de trabajar y/o estudiar. • Limitar el tiempo de uso de pantallas y compensarlo con actividades al aire libre. • Cuando se usen las pantallas, hacer descansos cada 30 minutos, levantando la vista y mirando, si es posible, a través de una ventana. • Asegurar una buena iluminación ambiental durante la actividad. • No ver películas ni series en el móvil, siempre es preferible la televisión o, en su defecto, la pantalla grande del ordenador. • La distancia entre los ojos y las pantallas debe ser, idealmente, de 40 centímetros como mínimo. • El mobiliario de trabajo debe permitir trabajar con las piernas dobladas en ángulo recto, los pies en el suelo y los ojos en la línea superior del monitor. miopía entre la gente joven, con edades de aparición cada vez más tempranas. Al mismo tiempo se van desarrollando opciones de tratamiento que“permiten controlar, en algunos casos, la aparición y progresión de este defecto refractivo”. Por otro lado, la esperanza de vida no ha dejado de aumentar en las últimas décadas y los mayores desean mantener una buena calidad de vida. Consecuentemente, existen cada vez más personas con baja visión que requieren de profesionales formados y especializados para darles la mejor atención posible. “En la FOOT, trabajamos para que nuestra oferta de estudios de postgrado, tanto másteres como cursos de especialización, contribuyan a la preparación de estos ópticos optometristas para dar una buena respuesta a estos retos profesionales”, comenta su decano. Detección y tratamiento, la clave “La edad de aparición de la miopía está inversamente relacionada con la magnitud de ésta en la edad adulta”, sentencia Joan Gispets. En consecuencia, lo está también “con la probabilidad de padecer patologías de retina con afectación visual permanente”. Por ello, una detección y tratamiento de control tempranos son indispensables para evitar miopías muy elevadas. En el caso de la baja visión, los profesionales deben estar preparados para detectar cualquier signo de patología ocular que requiera de diagnóstico y tratamiento. Es decir, “el óptico optometrista debe recibir una formación sólida en el registro e interpretación de resultados de los equipos de soporte al diagnóstico que puede tener a su alcance”. Otro de los grandes problemas, contrastado con diversos estudios y encuestas, es que, en general, la población solo visita al profesional de la visión cuando no ve bien. Algo que preocupa a los expertos, juntamente con el uso continuado de las pantallas que “altera de forma significativa la demanda visual y las condiciones de visión”. Por un lado, Gispets recuerda que el usuario está fijando su visión en un objeto que se encuentra en una distancia cercana durante muchas horas, y que estos “tiene efecto en el sistema acomodativo, de convergencia y de motilidad ocular”. Por otro, los estudios demuestran que la fijación continuada en una pantalla “reduce la frecuencia de parpadeo y, en consecuencia, incrementa los síntomas de sequedad ocular”, puntualiza. GISPETS CREE QUE EXISTEN DOS ÁREAS EN CRECIMIENTO QUE EXIGEN UNA COLABORACIÓN Y ALTA ESPECIALIZACIÓN PROFESIONAL: “EL TRATAMIENTO Y EL CONTROL DE LA MIOPÍA Y LA BAJA VISIÓN”
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