91 No para de crecer Los datos que tenemos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que la miopía no para de crecer, por distintos factores, como el estilo de vida que llevamos o el cada vez menos tiempo que pasamos haciendo actividades al aire libre. “Motivos por los que utilizamos mucho más nuestra visión en cerca y un ojo miope es como si estuviera especializado en cerca”, expone Carolina Rodríguez. “Tenemos que controlar que esto no pase. El riesgo es exponencial, cuántas más dioptrías tenemos, más riesgo hay de enfermedades”, asevera. Subraya que tener el doble de dioptrías no implica tener el doble de riesgo, si no mucho más, en función de la patología de la que estemos hablando. Lo importante de estas patologías, “aparte de que son irreversibles, es que pueden desembocar en ceguera en su caso extremo o en una incapacidad visual”. Si bien, si empezamos de niños a controlar, limitamos ese riesgo. lente incorpora la tecnología patentada Defocus Incorporated Multiple Segments (D.I.M.S.). Es una innovadora solución que basa su tratamiento en el impacto de cientos de pequeñas islas de desenfoque periférico que las lentes ofrecen, lo que permite tratar a la vez que mejorar la visión. “Cuando miras el cristal, estéticamente es como la lente de cualquier gafa. Si la miras al microscopio o al trasluz, tiene una zona central, que es igual que la de cualquier lente y alrededor de esa zona central tiene unmontón de islas de desenfoque. Son en concreto 396 islas, que lo que hacen es mandarle un mensaje al cerebro”, detalla. El ojo ve con la parte central y la parte lateral, que es la retina periférica. Ésta tiene mucho impacto en el aumento de la miopía, porque el cerebro recibe una señal que le dice que esa imagen está desenfocada y que la enfoque. Para enfocarla, el ojo se alarga. “Lo que hacemos con estas islas de desenfoque, que están alrededor, es mandarle una señal diferente al cerebro, diciendo que no es necesario enfocar esa imagen. Nuestro cerebro recibe dos imágenes a la vez: la de la retina central, con la que ve, perfectamente bien, y la de la retina periférica, que lanza una señal para que no crezca. Es la teoría del desenfoque periférico”, apunta. Es la misma que se aplica con las lentes de contacto. Lo que hacen las lentes es intentar, a la que vez que proporcionan buena visión, frenar la progresión de la miopía. Rodríguez repite que “es un método no invasivo, efectivo y seguro, y además estético”. La duración del tratamiento depende de la edad a la que empiece a utilizarse. Lo normal es que la miopía avance hasta los 18 años. Entre 15 y 18, tiende a estabilizarse. Si la miopía empieza con 15 años, puede durar tres años. Si empieza con seis años, será el profesional el que determine el tiempo de tratamiento que necesita. “Lo normal es que los usuarios se revisen constantemente y, después de dos años sin que les haya avanzado la miopía, los consideremos estables, y el profesional le retire el tratamiento, le prescriba unas lentes normales y haga un seguimiento de sumiopía”, informa Rodríguez. Actualmente, “las publicaciones científicas que avalan los resultados de la lente son de tres años”. Por eso, hablan de 36 meses. Los lentes se lanzaron en 2019 en Asia, porque la prevalencia de la miopía allí es muchísimomás alta que en Europa. En niveles del 70% de niños miopes, cuando aquí tenemos el 30-40%. En 2012, Hoya llegó a un acuerdo de colaboración con la Universidad Politécnica de Hong Kong y su Instituto de la Miopía y empezaron en 2012 a realizar estudios sobre cómo podrían implementar la teoría del desenfoque periférico en una lente oftálmica. Los estudios científicos se desarrollaron de 2014 a 2017 y se publicaron en 2019 y, a partir de ahí, se empezaron a comercializar en Asia. En 2020, en Francia, Canadá y Australia. En el mes de abril de 2021, se inició la comercialización en España. Ya hay más de 500.000 niños en el mundo utilizando ese tipo de tecnología. En nuestro país, en sólo cuatro meses, había ya casi 1.000 niños usando las lentes. “Somos muy estrictos con los seguimientos que hay que hacer. Tenemos que estar muy seguros de que todos los niños están bien controlados. Hay que hacer revisiones periódicas constantes. A los niños que llevan lentes MiYOSMART les hacemos volver al centro óptico a los 15 días para que el profesional vea cómo está la gafa, haga ajustes si son necesarios y les efectúe un pequeño cuestionario de satisfacción y de calidad visual. De momento, los resultados no pueden ser mejores”, expresa Rodríguez. Su ambición es que cada vez haya menos niños miopes. Por ello, quieren empezar por concienciar a la población de la importancia de las revisiones visuales, los riesgos de la miopía y poder ralentizar su progresión en la infancia. ““LO REVOLUCIONARIO DE MIYOSMART ES QUE ES UN MÉTODO EFICAZ Y NO INVASIVO” Facturación HOYA Iberia Lens Cifras en miles de euros 2020 2019 2018 44.372 44.470 43.702 Las cifras corresponden al cierre de facturación en el mes de marzo de cada año Fuente: Registro Mercantil
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