11 Amparo Martínez Óptica Ciscar (Valencia) En 1993 Amparo Martínez Estellés abrió una óptica en pleno centro del barrio Gran Vía de Valencia. Concretamente, en el número 29 de la Calle Císcar. La idea principal de esta óptica optometrista y audioprotesista, propietaria y directora técnica de Óptica Ciscar, era “crear un entorno en el cual el cliente se sintiera como en casa, buscando una experiencia de compra relajada, sin prisas y de trato cercano y amable”. En sus comienzos, su establecimiento era un pequeño local en el mismo chaflán. Siete años después de su inauguración, “tuvieron la necesidad y oportunidad de ampliarlo para poder dar al cliente mejor trato y ampliar servicios”. Hoy en día, cuentan con un servicio amplio en salud visual y auditiva, con especialidad en optometría avanzada, como el estudio de la eficacia de la visión binocular, optometría pediátrica, terapia visual, tratamiento para el control de la miopía infantil y juvenil, adaptación de lentes de contacto para corneas irregulares y ortoqueratología. Además, podemos encontrar productos “con altos estándares de calidad y diseños exclusivos, tanto en monturas como en lentes oftálmicas, en lentes de contacto y en audífonos”. Y todo ello, “gracias a la fidelidad y simpatía de los clientes que, con sus recomendaciones, han hecho posible que hoy Óptica Ciscar sea un referente enmoda, servicio y tecnología en la ciudad de Valencia”, remarca Amparo Martínez. El reto más grande al que se enfrentan los ópticos que están a pie de calle hoy en día, en su opinión, “es el manejo del mundo virtual”. Y reconoce: “Me resulta complejo, prefiero el trato personal, pero si queremos seguir siendo un centro de referencia, debemos salir de nuestra zona de confort y adaptarnos a los hábitos de las nuevas generaciones”. En concreto, “ellos necesitan realizar búsquedas antes de decidir una compra y, para ello, es importante que les demos toda esa información de la forma más sencilla y clara”, expone. “Amo mi profesión porque me permite estar en contacto con la gente todos los días, me encanta escuchar y ofrecer mis conocimientos para mejorar la vida de las personas”, explica. Sobre todo, “lo que me proporciona mayor satisfacción es cuando los clientes recogen sus nuevas gafas o lentes de contacto o les damos el alta de algún tratamiento de terapia visual y transmiten lo bien que ven, el cambio tan importante que experimentan”. En este sentido, Amparo Martínez añade: “Ayudar a las personas a sacar el máximo potencial de su visión es maravilloso, pues la vista es un sentido primordial, sin duda, el rey de los sentidos”. La profesión ha evolucionado mucho desde que terminó sus estudios hace ya más de 30 años, ya que “se ha profesionalizado de forma importante”. De esta forma, se otorga “mucha importancia a la formación continuada, a estar muy al día en nuevos avances, tanto en tratamientos como en tecnología”. Asimismo, se colabora “de manera multidisciplinar con el resto de profesionales sanitarios, que pueden estar implicados en la solución de un determinado problema de la función visual” hecho que provoca “que los demás profesionales valoren la importancia del óptico optometrista”. Desde su punto de vista, “parece ser que se está creando una leve polarización en el sector óptico”. Por un lado, “están las grandes cadenas, las franquicias y algunos grupos que han captado sobre todo un perfil joven que le gusta ir al día en tendencias y cambiar de gafas cada poco tiempo, con productos de marca blanca a precios económicos”. Por otro lado, “están, o estamos, las ópticas independientes, con gran inversión en formación y actualización constante en avances tecnológicos”, que ofrecemos “mayor tiempo con cada cliente y productos diferenciadores, tanto en gafas y lentes, como en el resto de los servicios”. Las nuevas tecnologías, incide, “son el presente y el futuro de la profesión”, por lo que “debemos aprender a sacar el máximo partido de ellas para dar un servicio más completo, preciso y diferenciador a nuestros clientes”. Al fin y al cabo, el futuro de la profesión, para Martínez, pasa por la especialización. “Veo necesario que se creen diferentes ramas de la óptica en el propio grado y, por supuesto, en los másteres”. La óptica y optometría son ciencias que engloban gran variedad de disciplinas, por lo que “sería muy interesante que sus estudios generaran mayor número de profesionales con diversas de salidas laborales”. En definitiva, “queda mucho por hacer y eso siempre es ilusionante”. ““AYUDAR A LAS PERSONAS A SACAR EL MÁXIMO POTENCIAL DE SU VISIÓN ES MARAVILLOSO, PUES LA VISTA ES UN SENTIDO PRIMORDIAL”
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