47 uno de cada tres niños en España tiene un problema visual no resuelto. En resumen, se calcula que en España 2.455.345 menores viven bajo el umbral de la pobreza. A esta cifra, es preciso añadir las estimaciones que indican que en España puede haber un 31% de menores con problemas visuales no resueltos. En definitiva, aproximadamente, más de 760.000 menores sufren pobreza visual en España (8,59%). “No ver correctamente tiene una relación directa con las capacidades de los menores a la hora de estudiar, desarrollarse o relacionarse con los demás”, explica Alsina. Y añade: “Si no protegemos la salud visual de las generaciones futuras sin importar los recursos económicos de cada familia, ni fomentamos el cuidado de la visión de manera preventiva, el Estado tendrá que asumir un alto coste social en el futuro”. Para ello, desde Visión y Vida reivindican que la solución pasa por establecer un sistema de revisión y cribado que permita que todos los menores puedan realizar una revisión visual de manera periódica que permita detectar precozmente cualquier anomalía en su visión y tener las herramientas accesibles y rápidas para poder poner solución. ¿De qué manera podemos acabar con ella? El estado español precisa de un plan de salud visual que conciencie, revise y ofrezca soluciones ópticas a los menores. En este sentido, Visión y Vida reivindica que todavía estamos a tiempo de actuar con todos los que hoy en día son menores, puesto que su futuro depende de algo tan sencillo como poder contar con unas gafas graduadas, unas lentes de contacto o una terapia visual que les ayude a desarrollarse, educarse y formarse para ser todo aquello que deseen en el futuro. Es por ello que la asociación encargada del estudio ha analizado la manera de convertir estos datos en una realidad y ha presentado una propuesta para solucionar este problema. De este modo, Visión y Vida plantea su propuesta para que se pueda articular un Plan Nacional de Salud Visual que ayude a monitorizar el desarrollo visual del menor desde sus primeros días de vida hasta su etapa adulta. Eso sí, la solución no pasa solo por la revisión, dado que, una vez detectado el problema, si no existen los medios óptico-optométricos necesarios para alcanzar una buena visión, no se llega a nada. “Desde Visión y Vida animamos a todos nuestros asociados y a todos los profesionales del sector a unirse a la iniciativa y apoyarla. Nosotros seguiremos trabajando al respecto y, como siempre decimos, juntos podemos ir más rápido, pero solo uniéndonos podremos ir lejos. Que nuestra demanda forme ahora parte de esta acción de Save the Children debe animarnos a seguir trabajando por nuestro objetivo”, remarca Salvador Alsina. Estima, por tanto, que la solución pasa por un plan de concienciación y revisión a tres fases. Por un lado, educar a la sociedad en la importancia de la visión para que, de manera proactiva, se genere un cuidado de la misma. De esta manera, si se logra incrementar el número y la frecuencia de las revisiones, se lograrán detectar muchos más problemas latentes. Por otro lado, ofrecer los servicios de revisión visual necesarios, accesibles para todos, como son las casi 6.000 ópticas socias de su entidad, ejemplifican, que ofrecen sus servicios profesionales a campañas preventivas como Ver para Aprender. Por último, poner a disposición de la familia del menor la ayuda económica necesaria para poder adquirir las soluciones ópticas que necesite tras el diagnóstico. Con este plan a tres fases, Visión y Vida considera que se podría detectar y cubrir las necesidades de aquellos ciudadanos cuya situación económica no les permite disfrutar de una gran calidad de vida debido a sus problemas visuales. Teniendo en cuenta que se está hablando de unos 760.000 menores, es importante lograr una solución viable para todos. Desde aquellos que ya están amparados bajo Servicios Sociales hasta los que no pueden asumir el coste por vivir bajo el umbral de la pobreza con una renta muy limitada. Es a estos menores y a sus familiares a los que, no siendo receptores de ayudas estatales, su situación de vulnerabilidad les puede condicionar su futuro. Según los datos del Libro Blanco de la Visión - Edición especial Covid-19, se ha podido conocer que el precio medio de una lente oftálmica es de 72,28 euros y el precio medio de una montura, de 73,62 euros. En consecuencia, el precio medio de la gafa graduada alcanza los 218,9 euros. En el caso de las lentes de contacto, el precio medio anual se sitúa en los 138,12 euros. Teniendo en cuenta estas cifras, desde el sector se reclama a las instituciones la necesidad de que el bono de ayuda a la compra debe ser de 100 euros anuales como mínimo. En el peor de los escenarios, si los 760.000 menores requiriesen gafas o lentes de contacto, estaríamos hablando de 76 millones de euros. Una suma completamente asumible con este plan destinado a paliar la pobreza infantil antes de 2027. En definitiva, Visión y Vida considera que es el momento de abordar este problema y lograr, por fin, que exista un 100% de buena salud visual en España. Para ello, es imprescindible comenzar por los más pequeños, ya que ellos aún tienen un futuro por delante que puede estar condicionado por esta carencia. Una vez puesto solución a este segmento de población, se podrá, y deberá, mirar hacia delante para lograr que jóvenes, adultos y tercera edad también disfruten de una vida plena. MÁS DE 760.000 MENORES SUFREN POBREZA VISUAL EN ESPAÑA SE CALCULA QUE EN ESPAÑA 2.455.345 MENORES VIVEN BAJO EL UMBRAL DE LA POBREZA
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