13 Vicente García Vázquez Tu Visión Bierzo (León) Vicente García Vázquez, director técnico y gerente de la Óptica Tu Visión Bierzo de Ponferrada (León), se hizo óptico optometrista por casualidad. Como él mismo nos cuenta, “hace años, la óptica dependía de la Facultad de Farmacia. Era como una especialidad de la carrera”. Por eso, “años después, actualicé la titulación en optometría, haciendo otro curso universitario”, aclara. A lo largo de todos estos años, su experiencia “ha sido muy gratificante”, constata. “Es una carrera que tiene de todo: clínica, montaje, reparación y venta”. Quizás por ello, su día a día en la óptica, nos explica, es muy variado. “Por mi cargo en la óptica, al final acabas haciendo un poco de todo. Tan pronto paso consulta en gabinete, como sueldo unas gafas o reviso facturas. Por no hablar de las visitas de los comerciales”, explica. Lo que más demandan sus clientes es “calidad a precios competitivos”, aunque puntualiza que “nuestra especialidad quizás sea la atención primaria”. En este sentido, explica “nuestros clientes confían en nuestro conocimiento en salud, como consejos saludables sobre nutrición-salud, protección ante radiaciones nocivas, exposiciones a ambientes ruidosos, etc. Evaluamos a cada paciente en conjunto: estilo de vida, enfermedades sistémicas, etc. No solo el aspecto visual o audiológico”. Esa cuidada atención no quita que hayan tenido algún que otro descuido. Como nos cuenta Vicente García, “aún me sorprende a día de hoy. Entregamos unas gafas sin lentes, con los talcos de venta. Fue en los primeros años de trabajo. La lente no la entregué yo, pero sí fui el que atendió al paciente cuando vino a reponer una lente pocos días después, porque se le había caído. Él tampoco se había dado cuenta. Pensaba que no veía bien porque tenía que adaptarse”. Lo que más valora de su profesión es “la continua formación. Es una profesión inquieta, donde siempre puedes estar estudiando y aprendiendo cosas nuevas. De cada paciente, aprendes”, afirma. En este sentido, también señala lo que la profesión ha cambiado gracias a la tecnología, que “ha hecho que los ópticos optometristas hayamos dejado de ser unos meros vendedores de gafas, y se nos vea más como sanitarios, que es lo que realmente somos”. Una tecnología y unos avances que hacen que “las pruebas diagnósticas sean cada vez más fiables. Como los tonómetros de aire, que tienen en cuenta el espesor corneal para medidas más precisas. Lentes de contacto para control de miopía. O gafas de realidad virtual para hacer un mapeo de nuestro comportamiento visual, permitiendo adaptar lentes progresivas más personalizadas”, comenta. Es por todo ello, que afirma que el sector se dirige “hacia una forma de trabajar más tecnológica e instrumentalizada, con pacientes cada vez más informados, que prefieren que sus gafas o lentillas les lleguen a casa directamente”. Y tiene claro que lo que debería cambiar es “la visión del propio óptico optometrista. Debería darse cuenta de que es un profesional, con una formación extraordinaria y que por ello debe cobrar sus honorarios. Hacer saber que su consulta tiene un valor. Quizás así, no nos verían como una tienda solamente”, constata. ““ES UNA PROFESIÓN INQUIETA, DONDE SIEMPRE PUEDES ESTAR ESTUDIANDO Y APRENDIENDO COSAS NUEVAS. DE CADA PACIENTE, APRENDES”
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