21 Castilla y León tiene una población algo más envejecida que la de otras comunidades autónomas, lo que hace de mayor importancia, si cabe, que los pacientes dispongan de un acceso lo más rápido posible al profesional de la salud visual. Esta accesibilidad del paciente está asegurada gracias a “una red de ópticas de más de 540 centros sanitarios de óptica, que dan servicio de calidad y proximidad a la población de Castilla y León”, explica Luis Ángel Merino, decano del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL). A esta red, Merino añade la labor que se hace desde las clínicas oftalmológicas privadas, aunque matiza que en éstas el óptico optometrista “aún no está presente y es algo inexplicable e injustificable”. Para el decano del COOCYL ya no sirven excusas de que el paciente puede acudir a una óptica a revisar su salud visual, “pues esa misma justificación serviría para que todos los servicios que se ofrezcan a pie de calle”. Por eso, un colegio como el COOCYL tiene clara la triple función que debe realizar. Por una parte la relación con las instituciones. “En este caso, seguiremos reclamando nuestra inclusión en el SACYL, algo que llevamos años años luchando, pero nos hemos encontrado con un muro”, comenta Luis Ángel Merino. Y, en realidad, la incorporación “Para que el futuro no nos coja desprevenidos, la formación es clave” LA SALUD VISUAL DE CASTILLA Y LEÓN ESTÁ CONTROLADA, EN GRAN MEDIDA, POR LAS ÓPTICAS. DE HECHO, MÁS DE UN 60% DE LOS PACIENTES QUE REVISAN SU VISTA OPTAN, COMO PRIMERA OPCIÓN, POR ACUDIR A UN PROFESIONAL ÓPTICO OPTOMETRISTA. AÑO TRAS AÑO, ESTE PORCENTAJE SE INCREMENTA, AUNQUE DESDE EL COLEGIO OFICIAL DE LA REGIÓN RECUERDAN QUE SU INCORPORACIÓN EN LA ATENCIÓN PRIMARIA OFRECERÍA MAYOR ESPECIALIZACIÓN, MÁS RAPIDEZ EN EL DIAGNÓSTICO Y MEJOR ACCESIBILIDAD. de los ópticos optometristas a la Atención Primaria implicaría “mejor accesibilidad, más rapidez en el diagnóstico y en el tratamiento, mayor especialización de los servicios de atención visual, etc.”, considera. La segunda misión del colegio que encabeza es la de hacer evolucionar a la profesión y al profesional y, en este ámbito, “no podemos ni debemos olvidarnos de la formación, la piedra angular de cualquier profesión que quiere evolucionar”, puntualiza. Para Merino, “cada vez se hacen más necesarios, para que el futuro no nos coja desprevenidos, temas como las nuevas tecnologías y soluciones optométricas, como la teleoptometría, lentes de contacto diagnósticas o terapéuticas, etc.” En este colegio regional llevan a cabo tanto formación presencial como online. “Apostamos decididamente por la presencial pues se consiguen varios objetivos como la formación en temas específicos, la relación entre compañeros, la experiencia de colectivo, la transmisión de conocimientos…, pero no nos olvidamos de la formación online donde este año, por ejemplo, hemos firmado un acuerdo de colaboración con el Colegio de ÓpticosOptometristas de la Comunidad Valenciana”, adelanta. Finalmente, el tercer reto que marcará el ejercicio de este 2023 en el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y
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