IM OPTICAS nº 8

32 La visión es la responsable de procesar entre el 80-90% de la información que una persona recibe a diario. A pesar de su importancia y repercusión, la ciudadanía todavía no le presta la atención que merece. Es habitual que las personas se preocupen de la salud visual sólo cuando experimentan algún trastorno. Y esto puede ser un problema. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo, más de 2,2 millones de personas tienen una discapacidad visual o ceguera. Lo más alarmante es que, añade la entidad, al menos 1 millón de estos casos se podrían haber prevenido (o aún no han sido tratados). Entre las principales causas de una mala visión destacan los errores de refracción no corregidos y las cataratas y, según varios informes, la mayoría de población que los padece tiene más de 50 años. En España, un informe de Clínica Baviera cifra en un 80% a los españoles con problemas visuales. Un 43% tiene presbicia; un 39%, miopía; el 38% padece astigmatismo y, finalmente, un 18% de los españoles son hipermétropes. La salud visual, por lo tanto, es la que debe asegurar el correcto funcionamiento de los ojos, nervios, músculos y cerebro, ya que todos intervienen en el proceso de la visión. Si todos ellos no funcionan correctamente, tanto el desarrollo como las habilidades y destrezas visuales pueden verse alterados. Y es que, aunque no es posible evitar la llegada de la mayoría de los defectos refractivos, sí es posible hacer pequeñas acciones que aseguren una mejor salud ocular. Es decir, disponer de una buena salud visual va mucho más allá de tener una buena agudeza visual (“buena vista”). No proteger correctamente la salud visual puede llevar a, con el tiempo, perder la visión, no sólo la vista sino además acusar cansancio o fatiga visual, ojo seco e, incluso, desarrollar alguna enfermedad más grave que ponga en peligro el sistema visual. En este sentido, gracias a los avances en el campo óptico, optométrico y oftalmológico, muchas disfunciones y patologías pueden prevenirse o tratarse más rápidamente. Por ejemplo, actualmente la cirugía indicada para eliminar una catarata se puede realizar desde el mismo momento en el que se diagnostica. Y es un gran paso, ya que, según la Organización Mundial de la Salud, al menos 65,2 millones de personas presentan cataratas, una enfermedad que produce una alteración en la visión debido a que el cristalino se va opacificando. Consejos para una buena salud visual Los expertos recomiendan incorporar en el día a día algunas pautas sencillas que pueden evitar que, a la larga, los ojos sufran más de lo que debieran. Así, se aconseja evitar pasar muchas horas delante de las pantallas sin descansar la vista, por ejemplo, y se insiste en, una vez al año, realizarse una revisión de la vista completa. Desde la Sociedad Española de Oftalmología, apuntan que muchos problemas oculares graves no presentan síntomas hasta etapas muy avanzadas. En esos estadios, el tratamiento ya no es igual de eficaz. Es, por ello, que las revisiones visuales resultan imprescindibles, aunque no se tengan síntomas de problemas o dolor. Pese a su importancia, solo el 65% de los españoles se revisa la visión de forma habitual, de acuerdo con el Estudio de la Visión en España 2022, elaborado por Clínica Baviera. La higiene visual puede ayudar a prevenir muchas de estas enfermedades oculares y, para ello, se aconseja seguir una dieta saludable rica en vitaminas A, C, D y ácidos grasos omega 3. La vitamina A, concretamente, protege contra la ceguera nocturna y el adelgazamiento de la córnea. Es un ingrediente vital para la salud ocular. Por su parte, la falta de omega 3 o vitamina C puede provocar alteraciones del nervio óptico y el desarrollo de degeneración macular. Hoy día, en un mundo hiperconectado y tecnológico, se corre el riesgo de pasar demasiadas horas frente a las pantallas. No descansar el ojo en esos momentos es una de las causas más comunes de fatiga visual. La regla 20-20-20 es clave para cuidar los ojos mientras se trabaja frente a un ordenador o se lee en un móvil. Se trata de hacer una pausa cada 20 minutos, de 20 segundo y enfocar un objeto que esté a 20 pies de distancia; es decir, a unos 6 metros. Así se puede prevenir el dolor de cabeza, el picor de ojos, el daño ocular y reducir, a su vez, el estrés visual. También es importante a la hora de trabajar, y en casa, disponer de una buena iluminación que haga que los ojos no tengan que realizar un sobreesfuerzo. Por eso, los expertos recomiendan siempre que se pueda tener luz natural en las estancias. Asimismo, es crucial para cuidar la visión descansar por las noches. Es la manera que tiene el cuerpo de que los ojos se recuperen de los daños acumulados de la jornada. Dentro de estos buenos hábitos saludables, también es importante realiRendimiento visual en la infancia Es importante que padres y profesores tomen conciencia de la importancia de esta salud visual en los más pequeños. Para ello, el Consejo General de Ópticos-Optometristas ha editado su ‘Guía práctica de la salud visual y 100 preguntas frecuentes sobre salud visual’. En este documento se han recopilado más de 20 señales que deben poner en alerta a los adultos sobre posibles problemas en el rendimiento visual de los niños. Resolver el bajo rendimiento escolar pasa, según el Colegio, por la concienciación de padres, profesores y especialistas en la importancia de una detección precoz; un buen diseño de las aulas, atendiendo a consejos prácticos sobre ergonomía visual, y la visita de los niños de forma periódica al óptico optometrista u oftalmólogo. Algunos de los síntomas comunes en los menores con problemas visuales son que desvían un ojo o lo cierran, se distraen fácilmente, parpadean de manera frecuente, se acercan mucho al leer, se frotan los ojos o adoptan posturas asimétricas al escribir.

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