IM OPTICAS nº 8

39 Los españoles tienen claro, en una gran mayoría, que el sentido de la vista es el más importante e indispensable a la hora de disponer de una buena calidad de vida. Pese a eso, el cuidado de la salud ocular aún hoy es una asignatura pendiente y la sociedad no cuida de sus ojos tanto como debiera. Los ópticos optometristas, en este sentido, recomiendan a la población revisarse la visión a menudo. La razón es que, gracias a estas revisiones, se pueden evitar pequeñas deficiencias o molestias y corregir o compensar problemas de visión cuanto antes. Por lo tanto, estos exámenes de rutina juegan un papel preventivo clave en la pérdida visual y en la aparición de enfermedades oculares. Un completo examen Una de las pruebas más comunes en estas visitas son los exámenes visuales clínicos optométricos, que evalúan diferentes capacidades visuales que hacen posible el desarrollo de la visión. Esta prueba comprueba la eficacia visual de la persona; es decir, la forma en la que utiliza sus ojos para captar la información visual. Es importante para prevenir la fatiga visual. Por otro lado, también se analiza la salud ocular y se asegura que el paciente no requiere ningún tratamiento y que su superficie ocular es la correcta por si es necesario derivarlo al oftalmólogo. También se estudia la agudeza visual que es la capacidad de las personas de discriminar detalles, lo que conocemos como “vista”. Cuando esta agudeza no llega al 100% es probable, en ausencia de enfermedad ocular o de vías ópticas, que esa persona tenga algún defecto refractivo como hipermetropía, astigmatismo o presbicia. Otro de los valores que el óptico optometrista analiza en estas pruebas es la visión binocular; o en otras palabras, la habilidad de coordinar de manera rápida y eficiente los dos ojos. Para ello, confirma la motilidad ocular o los movimientos de los ojos y la habilidad de relajar o juntar los ejes visuales para mantener el enfoque y la fusión estable de las imágenes monoculares. El estrabismo o el ojo vago son algunas de las disfunciones relacionadas con la binocularidad y pueden causar síntomas como el dolor de cabeza, la visión doble o la fatiga visual. Finalmente, en los exámenes optométricos funcionales se pone el foco en la acomodación. Es decir, en los cambios de enfoque rápidos y en el esfuerzo que realiza el sistema visual para ver nítido a diferentes distancias. EN LOS NIÑOS Y NIÑAS, ES IMPORTANTE HACER LA PRIMERA REVISIÓN OPTOMÉTRICA A PARTIR DE LOS 3 O 4 AÑOS

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