IM OPTICAS nº 8

64 dio) y prescindiendo del uso de juguetes con una intensidad de sonido más alta de la debida. Asimismo, más de 1.000 millones de personas de edades comprendidas entre los 12 y los 35 años corren el riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música fuerte y otros sonidos recreativos, lo que puede acarrear consecuencias devastadoras para su salud física y mental, educación y perspectivas de empleo. De nuevo se evidencia que cientos de miles de casos de perdida auditiva se pueden prevenir con medidas efectivas y, sobre todo, disponibles. Aunque no hay que irse al futuro para darse cuenta de la importancia de la prevención, basta con mirar al presente: la Organización Mundial de la Salud también estima que más 1.500 millones de personas en el mundo viven con algún tipo de problema auditivo. Esta cifra evidencia igualmente el alcance de la sordera y la pérdida auditiva, así como la falta de conciencia entre la población por cuidar su salud auditiva. Medidas tan simples como la limitación de los ruidos, la escucha sin riesgos, junto con una buena higiene otológica, pueden ayudar a mantener una buena audición y a reducir los riesgos de perderla. Por el momento el organismo de la Organización de las Naciones Unidas ya se ha puesto manos a la obra en materia de concienciación, y desde 2021 publica anualmente un informe mundial sobre la audición. Este documento prevé que una de cada cuatro personas presente problemas auditivos en 2050. Además, indica que al menos 700 millones de los afectados necesitarán atención otológica y para mejorar su audición, así como otros servicios de rehabilitación, a menos que tomemos medidas para evitarlo. El estigma asociado a la pérdida de audición En nuestro país, casi siete millones de personas presentan problemas de audición, aunque son solo poco más de 1.230.000 las que tienen una discapacidad auditiva reconocida. Uno de los motivos del infradiagnóstico es que el déficit auditivo aún sigue siendo entendido como un estigma social. Y es que seis de cada 10 se sienten avergonzadas, como concluye un estudio elaborado por Audika. El 97% de los pacientes que usan audífonos asegura que este tratamiento mejoró exponencialmente su calidad de vida. No obstante, antes de llegar a esta solución, los pacientes muestran sentimientos asociados a esta pérdida auditiva como inseguridad (26%), ansiedad (24%), frustración (21%), cansancio a la hora de mantener una conversación (20%) y aislamiento Día Mundial de la Audición 2023 Es un mensaje que lanza este año también con motivo del el Día Internacional de la Audición, desde 2007 la Organización Mundial de la Salud impulsa cada 3 de marzo para fomentar la detección temprana de cualquier tipo de problema o deterioro auditivo. Bajo el lema ‘¡Cuidado del oído y la audición para todos! Hagámoslo realidad’, en esta ocasión el organismo hace hincapié en la importancia de integrar el cuidado del oído y la audición en la Atención Primaria, como un componente esencial de la cobertura universal de salud. Igualmente, vuelve a recalcar como mensaje clave que los problemas del oído y la audición se encuentran dentro de los problemas más comunes enfrentados en la comunidad, pero que más del 60% de estos pueden ser identificados y abordados en el nivel de atención primaria. En este día, la OMS ha dado a conocer un nuevo manual de capacitación: Manual de capacitación en el cuidado del oído y la audición en la atención primaria para los trabajadores de la salud y médicos generales. social (11%). En este estudio también se evidencia que otras situaciones como el aislamiento social o enfermedades como la depresión, tienen vínculos muy fuertes ligados estrechamente a la pérdida auditiva. Por otro lado, existen dos tipos principales de pérdida de audición. Uno ocurre cuando hay una lesión en el oído interno o en el nervio auditivo, y es usualmente permanente. El otro se presenta cuando las ondas de sonido no pueden llegar al oído interno. Eso puede producirse por acumulación de cera o líquido o por la perforación del tímpano, por lo que un tratamiento o cirugía pueden revertirlo. Pero en ambos casos, si no se tratan, es muy probable que empeore. Audífonos, implantes cocleares, capacitación especial, medicinas y cirugía… La lista de soluciones para abordar las patologías del oído son amplias y efectivas. En cifras, los umbrales auditivos superiores a 20 decibeles medidos a través de audiometría denotan pérdida auditiva clínica. Ahora bien, el impacto de la pérdida auditiva no está determinado únicamente por su gravedad, sino también, en gran medida, por la eficacia de las intervenciones clínicas o de rehabilitación adoptadas y la medida en que el entorno responde a las necesidades de las personas afectadas. Y es que, si no se atiende, la pérdida auditiva puede afectar negativamente muchos aspectos de la vida: la comunicación, el desarrollo del lenguaje y el habla en la niñez, la cognición, la educación, el empleo, la salud mental y las relaciones interpersonales. De modo que, tal y como recalca la OMS, la detección es el primer paso para tratar la pérdida auditiva y las enfermedades del oído relacionadas con ella. El cribado clínico en momentos LA PÉRDIDA DE LA AUDICIÓN NO TRATADA ES LA TERCERA CAUSA DE AÑOS VIVIDOS CON DISCAPACIDAD EN EL MUNDO

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