7 En la edición de 2022, la ganadora fue la doctora en Medicina Tasneem Z. Khatib, de la universidad de Cambridge (actualmente realiza un postdoctorado en Stanford), por una investigación para la recuperación del nervio óptico por medio de terapia génica combinada. Los resultados preliminares han sido optimistas, y abren una posibilidad para recuperar las neuronas en nervios ópticos dañados de personas que pierden o han perdido su visión. En particular, tendría una aplicación interesante en patologías muy prevalentes que pueden causar ceguera como el glaucoma. La primera galardonada en los POVA 2021 fue la doctora Dasha Nelidova, del Instituto de Oftalmología Clínica y Molecular de Basilea (IOB), por su trabajo centrado en la aplicación de la luz infrarroja para recuperar visión a través de la optogenética. La tercera edición de los reconocimientos que otorgan ya está programada para celebrarse este año, si bien se continúan recibiendo propuestas hasta este verano, de las que el jurado seleccionará la ganadora. Más que una asociación Como reconoce Mattioli, matemático y doctor en Ingeniería Biomédica, Punt de Vista se planteó desde su creación como “una plataforma de encuentro” integral, con especial atención al colectivo de personas afectadas, pero también a los profesionales, investigadores, administraciones y sociedad civil. Su director lo resume en “ser una plataforma de encuentro para que entre todos encontremos algún día una solución a la oscuridad de la ceguera”. Por eso, otras líneas de actuación de esta fundación son el acompañamiento a personas afectadas del sector y a aquellas que están en proceso de pérdida de visión, o disponer una red de apoyo de voluntarios que también han pasado por lo mismo, o por situaciones similares, para que no vivan su proceso “en soledad”. La sensibilización es otra de las líneas que impulsan: “Vivimos en un mundo audiovisual en el cual una de cada diez personas perderá visión en algún momento de la vida”, justifica Mattioli. Por ese motivo, organizan diferentes actividades públicas, y también en escuelas o empresas, para mostrar a la población la pérdida de visión “no solo desde un punto de vista reivindicativo o de queja, sino mostrando comunicación positiva”. Es decir, enseñar las capacidades de las personas “más allá de la discapacidad”. Porque, apunta, “seguramente el que ve menos, escucha más”. Avances de “ciencia ficción” Si bien todavía queda mucho para alcanzar “soluciones integrales” que en otras pérdidas sensoriales ya cuentan con la biotecnología o el trasplante de órganos completos, y que han resuelto patologías, “en el caso de la visión aún está lejos”. Aunque estos diez años han permitido alumbrar avances que califica “de ciencia ficción”. Es el caso de las terapias génicas como la de la doctora Khatib. A pesar de ser muy recientes, ya el año pasado se aplicaron “por primera vez” este tipo de terapias para enfermedades específicas. Y para el director de la Fundación Punt de Vista, “esto es un punto que no va a parar de seguir creciendo, a nivel de prótesis, chips visuales conectados directamente al córtex cerebral…”, augura. La investigación en el sector avanza, pero España no se encuentra entre los países punteros. El reconocimiento de la entidad, a medio plazo, guarda otra intención: “Utilizar este contacto que tenemos con la investigación de vanguardia mundial, para mejorar el panorama científico en nuestro país”. Además, ya trabajan en “redondear” los POVA vinculando una beca para que investigadores posdoctorales españoles puedan hacer terapias de investigación con otros grupos de terapia internacionales, como los de las dos premiadas. Para ello buscarán cerrar alianzas con “otras plataformas, entidades y gente que quiera hacer esto realidad”. “VIVIMOS EN UN MUNDO AUDIOVISUAL EN EL CUAL UNA DE CADA DIEZ PERSONAS PERDERÁ VISIÓN EN ALGÚN MOMENTO DE LA VIDA”
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