86 “EL PROGRESO NO PUEDE ESTAR SEPARADO DE LA SOSTENIBILIDAD” El tema de la sostenibilidad es central en todos los sectores, y el de la óptica no iba a ser menos. Como asunto de máxima actualidad, tuvo un lugar destacado en el programa de la más reciente edición de MIDO, la feria internacional celebrada la primera semana de febrero. Rossella Sobrero, presidenta de Koinètica, miembro de la junta directiva de la Fondazione Pubblicità Progresso y miembro de la junta directiva de la red Sustainability Maker, lo resumió de esta manera: “El progreso no puede estar separado de la sostenibilidad”. En este sentido, expresó que “la sostenibilidad es hoy cada vez más un factor de competitividad”. “Para las empresas de todos los sectores, la responsabilidad social es un motor estratégico, una elección que debe ser sincera, auténtica y medida para ser eficaz. La sostenibilidad no es filantropía, no es táctica, no es una respuesta a los problemas que genera la empresa en la zona”, añadió. Así pues, aclaró Sobrero, las iniciativas filantrópicas pueden ser positivas si se combinan con políticas y acciones encaminadas a reducir el impacto de la actividad que representa el `core business´ de la empresa: “Si son acciones aisladas, se corre el riesgo de ser acusadas de ecologismo o, peor aún, de `greenwashing, es decir, la práctica de marketing verde destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica”. En palabras de la experta, “una empresa es sostenible cuando cambia el modelo de negocio, cuando los elementos clave del `core business´ se transforman. Por eso, si una compañía declara su intención de avanzar hacia un camino sostenible, la elección debe ser clara, auténtica y medible”. Hoy como nunca antes, especialmente para las empresas que consideran la sostenibilidad un motor estratégico, cree que “es importante comprender qué fenómenos cambian el mercado y evaluar cómo responder a las nuevas necesidades de las personas y el planeta”. Porque es una realidad que el mercado está cambiando y las personas están dispuestas a tener experiencias diferentes donde las emociones juegan un papel más importante que en el pasado. Sin embargo, apuntó, “debemos darnos cuenta del contexto en el que nos encontramos; desafortunadamente, este no es fácil en absoluto”. El cambio (o más bien la `metamorfosis´) es evidente y está subrayado por algunas tendencias especialmente significativas: de la mayor difusión del consumo consciente al compromiso de las empresas por gestionar cadenas de suministro cada vez más sostenibles. Por eso, expuso la directiva, “debemos entender cómo piensa la gente y cómo las empresas pueden reaccionar adecuadamente a las necesidades en un mercado que está en plena transformación”. Además, “esa metamorfosis implica algo más profundo que un cambio superficial, implica el comportamiento en el que las empresas están configuradas y están dispuestas a permanecer en el mercado”. Datos alarmantes Según la agencia de la ONU World Population Prospects (actualizado a 2022) en 2020 la tasa de crecimiento de la población mundial cayó por debajo del 1% anual por primera vez desde 1950. Las últimas proyecciones indican que la población podría alcanzar los 8.500 millones en 2030 y 9.700 millones en 2050. Se supone que una mayor disminución de la mortalidad dará como resultado una longevidad promedio de 77,2 años en 2050. El número de personas mayores de 65 años en todo el mundo será más del doble del número de niños menores de 5 años e igual al número de menores de 12 años. Estos datos de una población en continuo crecimiento Sobrero los lee como la coexistencia de un período muy complicado. “Y claramente, cuanta más gente hay, más materias primas se consumen y se necesita más energía. Este crecimiento asombroso nos debe llevar a reflexionar sobre cómo organizar nuestra sociedad. Al mismo tiempo, tenemos que reflexionar sobre la manera en la que las administraciones, pero también las empresas, podemos responder al envejecimiento de la población”, subrayó. Más cifras que avalan el discurso de la experta es que la temperatura global promedio en 2022 fue 1,2 grados más alta que en el período preindustrial (1850-1900). Así lo revela el informe Global Climate Highlights 2022 de Copernicus, el programa de
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